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Día Mundial de la Fisioterapia 2023 - Artritis y Fisioterapia

Es el día en el que queremos dar a conocer la crucial contribución de los fisioterapeutas para mantener la calidad de vida de la población.

Definimos la artritis de forma general como una inflamación articular aguda o crónica. Los síntomas  pueden incluir dolor, hinchazón, rigidez y enrojecimiento que pueden contribuir a una  función y destreza reducidas. La artritis no es una condición única, hay muchos tipos  diferentes.

Puede afectar a personas de todas las edades y condiciones físicas, incluidos niños, adolescentes y atletas, no solo a personas de edad avanzada.

La actividad física y el ejercicio regulares son importantes en el tratamiento de todas  las formas de artritis inflamatoria, entre ellas la artritis reumatoide y la espondiloartritis axial.

En el caso de la artritis reumatoide se trata de una de las artritis inflamatorias más comunes, es una enfermedad autoinmune que afecta con especial prevalencia a las articulaciones de manos, muñecas, hombros, codos, rodillas, tobillos y pies.

Existen una serie de síntomas que sugieren una posible artritis reumatoide, como son: articulaciones hinchadas y dolorosas durante más de 6 semanas , hinchazón y rigidez en las articulaciones por la mañana (que  dura más de 30 minutos), fatiga, sensación general de malestar, posible pérdida de peso, pérdida de resistencia y de masa muscula, menor capacidad para realizar actividades cotidianas, bultos en la piel (nódulos), sequedad o enrojecimiento de los ojos.

Además las personas con artritis reumatoide y otros trastornos articulares inflamatorios tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Las personas con artritis reumatoide tienen entre 1,5 y 2 veces más riesgo de enfermedad coronaria y el doble de riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca que la población general. Es por ello que la elección de un estilo de vida saludable, incluida la actividad física regular, es importante en el tratamiento de estas patologias para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Tenemos en el ejercicio físico una estrategia clave para reducir la discapacidad y mejorar la salud  general de las personas con AR. Un fisioterapeuta podrá evaluar tu enfermedad, orientar sobre cómo controlar los síntomas y sobre los ejercicios más adecuados. Estos ejercicios deberán incluir : ejercicios de movilidad, de fortalecimiento muscular, ejercicios aeróbicos y de equilibrio.

Por otro lado, la espondiloartritis axial es un tipo artritis inflamatoria que suele afectar a la columna vertebral, afecta principalmente a los huesos, articulaciones y ligamentos de la columna vertebral y la pelvis,  provocando dolor, hinchazón y rigidez. También puede causar dolor en los tendones, inflamación del ojo (uveítis) y síntomas en otras articulaciones distintas de la columna vertebral. Suelen comenzar al final de la adolescencia o al principio de la veintena, y son igual de frecuentes en hombres y mujeres. 

El dolor en la pelvis y la espalda son los principales síntomas de la espondiloartritis axial. Afecta sobre todo a las zonas en las que los tendones y/o ligamentos se unen al hueso. La región más comúnmente afectada son las articulaciones sacroilíacas.  Otros síntomas y signos de la espondiloartritis axial son:  dolor y rigidez en la zona lumbar, que suelen empeorar por la noche o tras un reposo prolongado y que mejoran con la actividad, hinchazón de los dedos de las manos y/o de los  pies, despertares nocturnos con síntomas,  dolor tendinoso recurrente, disminución de la capacidad para realizar las actividades  cotidianas ( incluidos el trabajo, tareas del hogar y los intereses recreativos) o fatiga. Además otros órganos también pueden verse afectados por una  inflamación continua, como ojos, piel y sistema digestivo. 

Las personas con espondiloartritis axial deben ser derivadas a un fisioterapeuta para iniciar un programa de ejercicios individualizado y estructurado, que debe incluir: ejercicios de movilidad de la columna vertebral y  otras articulaciones, incluidos estiramientos, ejercicios posturales y ejercicios de fortalecimiento muscular.  Además también proporcionará asesoramiento acerca de educación sobre la enfermedad, autogestión, estrategias prácticas y activas para afrontar el dolor y para modular el ritmo de la actividad  laboral y social.

A pesar de los numerosos beneficios que la actividad física regular y el ejercicio tiene en las artritis inflamatorias incluidas la artritis reumatoide y la espondiloartritis axial, menos del 14% de los pacientes con estas patologías llegan a los niveles recomendados de actividad. Algunos de los obstáculos que se encuentran para ello son:

Presencia de excesivo dolor al hacer ejercicio

El movimiento, la actividad física y el ejercicio pueden ayudar a reducir el dolor. Experimentar algo de dolor suele ser una parte normal del tratamiento de los síntomas. El fisioterapeuta es el profesional sanitario adecuado para indicar cómo empezar hacer ejercicio a un ritmo seguro.

Creencia de que el ejercicio puede dañar aún más las articulaciones

El ejercicio, incluido el levantamiento de pesas y los tipos de ejercicio de alta intensidad, han demostrado ser beneficiosos y seguros para las personas con artritis.

Aunque a veces el ejercicio puede causar dolor, suele ser un signo de adaptación a una nueva actividad o, si el dolor persiste, de que la actividad puede ser demasiado para la capacidad actual. No es un signo de que se hayan producido más daños en las articulaciones.

Temor a la aparición de un brote.

Los síntomas de la AR pueden variar de un día para otro, pueden pasar de sentir las articulaciones bastante bien un día, a sentirlas extremadamente doloridas al día siguiente, a menudo acompañadas de una importante sensación de fatiga, esta escalada aguda de los síntomas se denomina brote. El miedo a provocar un brote, o si está experimentando un brote, puede desalentar la actividad física y el ejercicio.

Es importante que durante los brotes se modifique (no se interrumpa) la actividad física, a fin de evitar un exceso de actividad.

El fisioterapeuta es el profesional sanitario indicado para aconsejar cómo modificar los niveles de actividad durante un brote, así  como sobre cómo hacer ejercicio de forma segura para reducir el riesgo de aparición de un brote.

Miedo a un aumento de la fatiga

El dolor y el agotamiento pueden dificultar la actividad  física, sobre todo al principio, cuando el cuerpo no está  acostumbrado. Sin embargo, el ejercicio y la actividad física mejoran la forma física y la fuerza, y también  pueden ayudar a reducir el agotamiento relacionado con la enfermedad y a mejorar el estado de ánimo. 

Los fisioterapeutas forman parte del equipo  multidisciplinar que puede ayudar a controlar la artritis. Entre las estrategias que pueden utilizar se encuentran:

  • * Diseño de programas de ejercicios individualizados para aumentar fuerza, resistencia, movilidad y nivel de actividad.
  • * Apoyo y ayuda para desarrollar habilidades para controlar el dolor, la hinchazón y la rigidez.
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